Limpieza Facial
La limpieza facial evita la aparición de barros y espinillas, hace un barrido de células muertas e impurezas que se acumulan a diario en la piel, para que permanezca limpia y con una mejor apariencia. Se recomienda realizar limpieza facial cada mes para mantener una piel limpia, tensa y joven.
A todos nos gustaría tener una piel luminosa, suave, sin imperfecciones y sin brillo, en la que el maquillaje se deslizara sin problemas y los tratamientos de belleza penetrasen en su totalidad.
Pues todo eso es posible sin con cierta periodicidad nos hacemos una limpieza facial y acudimos a un profesional de la estética.
La piel del rostro es muy delicada, a diario está expuesta a la polución, el humo del tabaco, los residuos de un rápido el maquillaje y el stress. La limpieza facial es una práctica fundamental e indispensable para mantener la piel del rostro en condiciones saludables. Debe ser meticulosa, y realizarse con la aplicación de cosméticos adaptado a las características de cada piel.
– Necesitamos cuidar la piel en primer lugar porque es importante eliminar las secreciones de sudor y sebo producidas por nuestro organismo a lo largo del día, así como la suciedad procedente del exterior, los restos de cosméticos que hemos empleado durante el día y extirpar los llamados puntos negros. Los puntos negros son pequeños nódulos negros que se producen cuando los poros se tapan con tierra, escombros y exceso de grasa.
El color de los puntos negros es una reacción al aire y el exceso de grasa facial. Hay varias maneras de eliminar los puntos negros rápidamente para asegurar que la piel tenga un aspecto fresco, una de ella es realizando una limpieza facial profunda. – El principal objetivo de la limpieza facial desde un punto de vista estético consiste en preparar la piel para la absorción de los cosméticos de uso diario.
Una adecuada limpieza facial, con la frecuencia y productos adecuados, nos puede restar años y dar vitalidad.