Carboxiterapia
Este procedimiento cosmético con fines terapéuticos, consiste en la aplicación mediante inyecciones de dióxido de carbono y se emplea para eliminar la celulitis, las arrugas, la flacidez, grasa localizada, entre otros beneficios.
En dicho tratamiento el dióxido de carbono se aplica de forma subcutánea mediante unas inyectadoras que están conectadas a una máquina que es la que regula el flujo de gas; este gas no es tóxico, inclusive en dosis altas, por lo que no existen riesgos ni efectos secundarios en su aplicación.
La reacción del cuerpo a este gas es la distensión del tejido subcutáneo, lo que libera varias hormonas que producen la descomposición de las células de grasa; también se aumenta el flujo sanguíneo y con él la cantidad de oxígeno que repercute en tejidos más firmes, reducción de las celulitis, el rejuvenecimiento de la piel, la reducción de estrías y cicatrices, además de otras ventajas para el cuerpo.
Sin embargo, como cualquier procedimiento médico, se requiere de personal calificado y solo deben recurrir a este procedimiento personas que no sufran de enfermedades como insuficiencia hepática, respiratoria, renal o cardíaca, cáncer, problemas circulatorios o del corazón, mujeres en estado de embarazo o durante la lactancia.